El colegio de las monjas

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Poca gente sabe que antes se llamaba Colegio de Jesús y estaba regentado por la Congregación de las Religiosas de la Doctrina Cristiana. Fue autorizado por el arzobispo de Valencia el día 12 de diciembre de 1926 y fue donación de María Ana Castellón y Torres, mujer de gran religiosidad y virtudes cristianas. Habitualmente lo regentaban cuatro monjas, de las cuales las más recordadas fueron la madre Mercedes y la hermana Teresa, de daba párvulos.

El colegio tenía tres clases, dos de párvulos (niños y niñas) en la planta baja, con una matrícula de 144 alumnos y una en el primer piso, para niñas de 6 a 14 años, las cuales llegaban a 87. Por la tarde las niñas hacían clase de costura, punto de cruz, calza, bordar el ajuar, bolillos, hilvanaban los bordes y las más mayores se hacían la dote y daban corte y confección.

Durante la Segunda República y después de una visita de la inspección, se acordó arrendar el edificio para instalar allí las escuelas nacionales, ya que un decreto ministerial del 6 de mayo prohibió la enseñanza religiosa en todo el estado. El 18 de junio de 1936, se firmó el contrato de alquiler entre la superior del orden religioso y el alcalde de Xeraco por la cantidad de ochocientas pesetas anuales, con la condición básica de incomunicar el colegio de las monjas, tapando las dos puertas de acceso con obra de mampostería. La primera maestra que impartió clase de párvulos fue Caridad Gutiérrez.